GAME BOY

La historia de mi primer Game Boy.

Mi primer Game Boy lo obtuve la década del 90, por 1994/95 más o menos. Por aquellos años soñaba con poder jugar video juegos en cualquier lugar que me encuentre y la realidad era que el Family no podía acompañarme a esas aventuras y los, por aquellas épocas, viejos Game & Watch ya no me divertían, entonces busqué nuevos horizontes. El game Boy me ofrecía lo mejor de ambos mundos, la diversión de una consola con cartuchos intercambiables y la posibilidad de poder trasladarme a cualquier lugar sin perder la partida (si, sé que suena un tanto adictivo, pero para los gamers es una gran posibilidad).

Entonces conocí a una persona de mi edad pero en una mejor posición económica que ya no le interesaba el Game Boy y me lo ofrecía a un precio más que considerable para la época, $50  por el la consola más 3 juegos (Mortal Kombat, Legend of Zelda y Tenage Mutant Ninja Turttles) era una auténtica ganga, no dejé pasar la oportunidad y me abalancé hacia la oferta. 

Muy felíz fuí durante mucho tiempo con estos juegos, ya que no compré ninguno más. Pero la triste verdad es que después de una larga temporada de jugar ya no me interesé más por el Game Boy, porque le estaba siendo infiel con el peor enemigo de las consolas, la PC.

Vendí mi Game Boy un año después y realmente no recuerdo que hice con el dinero, pero seguro que nada muy útil, ya que de lo contrario lo recordaría. Pero la realidad es que siempre extrañé mi Game Boy por la simple razón que uno siempre quiere lo que no tiene y una vez que lo tiene no lo valora hasta que lo pierde. 

De vuelta al siglo XXI.

Corrían el año 2002 y la devaluación ya era un hacho consumado y los valores de todo estaba por los cielos, obligando a muchas personas a desprenderse de elementos que, quizás, en otras oportunidades no lo hubiesen hecho. Pero es allí cuando a mi me dieron ganas de volver a encontrarme con un Game Boy igual al que tenía, y comencé la búsqueda por los diferentes medios que estaban a mi alcance, entre ellos, para entonces, era la revista Segunda Mano, que ofrecía muchas posibilidades de comercio a bajo costo.

Entonces encontré una persona de Villa Luro que vendía un Game Boy con varios juegos (más de los que tenía antes) a un precio inigualable para ese entonces, $50 por todo. Que más podía pedir, quedaba cerca de mi trabajo y era un muy buen precio, sin pensarlo más concreté la compra tan esperada. El único problema era que el Game Boy consumía 4 pilas AA y las alcalinas eran muy caras, así que empecé a usar mis pilas recargables para tal fin, con lo que se solucionó el inconveniente.

Hoy en día es una consola obsoleta, pero para muchas personas, al ser la primera portátil de Nintendo, es considerada todo un clásico de las consolas.

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