ARCADE MAME

La historia de mi primer Arcade.

Siempre quise tener un arcade en casa. Desde chiquito que iba al Sacoa de Mar del Plata, con esos dos pisos que me hacían soñar que eso era Disneylandia. Lleno de juegos, luces, colores, músicas de videojuegos. Pinballas. Esas máquinas eran la representación física de lo que sería la felicidad.

Y tanto quise tener un arcade que cuando tuve oportunidad, estando casado pero sin hijo, y usando la habitación libre como “playroom”, estudio y SUM. Le pregunté a Flor si podía comprar un arcade para poner ahí, y ella me dijo que si (luego, al verlo se arrepentiría porque ella pensaba que era más chico).

Lo compré por internet (como no podía ser de otro modo), lo pagué 400 pesos, era un arcade antiguo, con el juego Street Fighter II CE (una placa pirata, con algunos mods raros).  Palanca, botones (uno de cada color y de cada pueblo). Era todo un rejunte, pero yo no podía creer la felicidad que tenia.  Creo que nunca estuve tan feliz con un vidoejuego.

Luego le empezaré a hacer modificaciones: cambio de palancas (dos tipos de palanca diferentes ya tuvo), botones, luz en al marquesina, ruedas, ploteo del chapón, colores nuevos en los laterales, monedero. Y le puse una placa de Super Street Fighter II, esta era original de Capcom, hermosa.

Y finalmente lo terminé de modificar y le puse una PC dentro, con un monitor de Mac de 21” Trinitron. Sonido 2.1, y un Mame dentro, que tiene todos los juegos que me gustan a mi. Todo armado y configurado por mi. Un trabajo a contra reloj para poder dejar todo listo para la llegada de Felipe, que acompañaría por dos años al lado del arcade.

Hoy el arcade está en la planta alta, rodeado de mas consolas, y donde a Felipe le gusta ir de vez en cuando para jugar con ese genial video juego, ya que no existe consola que pueda imitar la sensación de jugar con un arcade.

La madera, el metal y el plástico todo en un solo lugar. Una sensación de volver a esos años de felicidad en el Sacoa.

Jugar por jugar, partidas infinitas y ver cuanto podíamos hacer con una sola ficha. Una genialidad absoluta y sigue siendo objeto de mi orgullo.

Más fotos pronto

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